Microsoft confirma que la compañía trabaja en mejoras importantes para Windows 10 que afectarán a aspectos tan relevantes como el indexador de Windows, el sistema de notificaciones y de localización, entre otros.
En la lista podemos ver que la compañía de Redmond busca a un profesional cualificado para trabajar como gestor de ingeniería de software en su equipo de conectividad de aplicaciones, cuyo objetivo principal sería mejorar las funciones ya existentes y preparar la transición y la adaptación de las mismas a Windows 10X, un sistema operativo que, recordamos, está concebido para integrarse sin problemas en dispositivos doble pantalla.
Podemos encontrar también una mención expresa a un término nuevo: tono de marcado fiable, descrito como el nuevo objetivo principal para el sistema de notificaciones de Microsoft. La meta del gigante de Redmond es simple, quiere hacer que el sistema de notificaciones de Windows 10 sea más fiable, tanto en lo que respecta a la cantidad de notificaciones que muestra como en la precisión y la rapidez con la que estas aparecen. Cantidad, calidad y rapidez, en definitiva, tres valores que quiere llevar tanto a las notificaciones de aplicaciones propias como de terceros.
Además de esas mejoras en el sistema de notificaciones la compañía quiere realizar una puesta a punto de Windows Indexer, el idexador sobre el que se apoyan la búsqueda de Windows y el explorador de archivos de Windows 10. Según la fuente de la noticia el indexador que utiliza actualmente Windows 10 puede dar, en ocasiones, problemas de alto consumo de recursos, algo que Microsoft quiere resolver sin comprometer la velocidad ni la calidad de las búsquedas.
Por último también se han confirmado mejoras en el soporte del portapapeles en la nube y en el uso compartido de aplicacionesen dispositivos basados en Windows, aunque Microsoft no ha concretado cuándo empezarán a llegar estas novedades.
Windows 10 tiene muchas mejoras pendientes, pero hay una que destaca El gigante de Redmond convirtió a Windows 10 en un sistema operativo centrado alrededor del modelo de servicio, lo que supuso un punto de partida claro frente al modelo anterior de producto. Ya no hay nuevas ediciones de Windows, el sistema operativo se mantiene al día a través de actualizaciones semestrales que, de momento, son totalmente gratuitas. Sin embargo, esto presenta un problema, y es que debido a la gran cantidad de configuraciones posibles a nivel de hardware y de drivers que presenta el mundo del PC Microsoft se ve obligada a llevar a cabo pruebas de compatibilidad, de estabilidad y de soporte muy amplias que no siempre se realizan de la manera correcta o en toda su extensión y profundidad. Como consecuencia de ello la calidad de las actualizaciones no siempre es buena, de hecho llevamos una racha complicada. El lanzamiento de la October 2018 Update fue un desastre y ni siquiera la November 2019 Update, una actualización de soporte y de calidad, llegó a Windows 10 totalmente libre de errores. Si hablamos de las actualizaciones acumulativas la historia se repite y pone de relieve, una vez más, que Microsoft debería dar una prioridad absoluta a mejorar la calidad de las actualizaciones de Windows 10 antes de aventurarse en otros frentes.